¿Puedo usar la copa menstrual siendo virgen?
Nuestro blog de hoy soluciona la duda de muchas mujeres, sobre todo las más jóvenes y que apenas están empezando su etapa reproductiva y están experimentando muchos cambios en su cuerpo, no solamente físicos sino también emocionales: están descubriendo su ciclo menstrual y eso significa que también deben empezar a gestionarlo, ahora necesitan usar mes a mes toallas higiénicas, tampones o una copa menstrual y recibir toda la educación necesaria para su bienestar íntimo; qué opciones hay en cuanto a productos y cuál es la mejor elección para su cuerpo y necesidades y así hacer del periodo una experiencia más fácil y llevadera pero sobre todo amena y con naturalidad.
No siempre se tiene la guía de los padres para saber exactamente cómo está y qué está pasando al interior de nuestro cuerpo, o no siempre ellos tienen la información precisa ni están preparados para comunicárnosla, por eso la recomendación ante las dudas es acudir al médico, pero también explorarnos y conocernos sin pena y sin miedo para poder tener un mejor entendimiento de nuestro cuerpo. A la pregunta si ¿puedo usar la copa menstrual sin haber tenido relaciones sexuales? La respuesta es sí, si puedes, pero antes debes tener muy claro los siguientes aspectos:
Nuestro sistema reproductor internamente está compuesto por los ovarios, las trompas de Falopio, el útero, bajamos al cérvix, luego el canal vaginal que es un musculo que puede expandirse o contraerse, lo que redunda en que cualquier mujer puede usar la copa menstrual en el momento de su vida que así lo decida. Copa Uva tiene disponible dos tallas: A y B, ambas diseñadas para cuerpos y momentos diferentes en las mujeres. Te recomendamos leer nuestro blog sobre las tallas y Cómo elegir copa menstrual
Conocer nuestra anatomía genital
Esta es la recomendación más básica para la vida; tocarnos, mirarnos, explorarnos, incluso olernos y probarnos, reconocer cada una de nuestras partes y de lo que somos; la vulva es lo que podemos ver externamente y la vagina es lo que conecta con el cérvix y es en dónde debe ir ubicada la copa menstrual para recoger la sangre que se desprende del útero.
En la entrada del canal vaginal se encuentra el himen, una fina membrana elástica de diversas formas, tal como pasa con cualquier otro órgano de nuestro cuerpo, cada himen es único y varía en cada mujer, puede ser de mayor o menor tamaño, incluso algunas mujeres nacen sin él o nacen con el himen completamente cerrado (himen imperforado) y necesitarán de una intervención médica. Esta membrana tiene perforaciones que permiten la salida del flujo menstrual y fluidos vaginales, así como la entrada de objetos: tampones o copas menstruales.
El himen no está ahí para que alguien más lo rompa o para que su estado y forma sean controlados (a excepción de un médico) en caso de ser necesario, de hecho, se estira a medida que crecemos y por las actividades físicas que realizamos sin si quiera haber tenido una relación sexual que implique penetración. Alrededor del himen existen muchos mitos pero estos nada tienen que ver con la menstruación ni con el uso de la copa; recuerda que la vagina está diseñada para expandirse y puede dilatarse hasta un 200% gracias a la excitación, sangrar durante nuestra primera experiencia sexual es otro mito al igual que el dolor, en el pasado era catalogado como una prueba de “virginidad”, lo único cierto es que no dejas de ser virgen hasta tanto no suceda tu primera relación relación sexual, no por el uso de la copa menstrual.
¿Cómo poner la copa?
Si apenas estás iniciando a menstruar, el uso la copa puede ser difícil debido a la complexión de tus órganos sexuales, realmente será difícil independientemente la edad que tengas, pues las primeras veces que insertas la copa sientes raro que esté ahí al igual que si usas una toalla higiénica o un tampón, pero como somos seres de costumbres, nos adaptamos, así que todo será cuestión de tiempo y práctica. Imperativo el uso de lubricante íntimo, ayudará muchísimo en el proceso pues permitirá que la copa se deslice en tu interior.
Por lo general el mayor problema a la hora de la inserción es que no relajamos el suelo pélvico, es decir, tensamos los músculos vaginales y esta es una reacción normal del cuerpo cuando algún objeto extraño quiere entrar en él, más no por la presencia del himen, así que debemos hacer cuenta que vamos a orinar y relajar, ese es el mejor momento/situación para poner la copa fácilmente.
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